Dicha subida afecta a distintos productos culturales
en España: entradas de teatro, cine, conciertos, música grabada e incluso el
material escolar; los libros de texto y los periódicos se salvan.
Las consecuencias son escandalosas, dando lugar al
cierre de 141 pantallas de cine, 17 complejos cinematográficos, 13% de puestos
de trabajo destruidos, caída de la música en 2,5 millones de euros, pérdida de
más del 55% de público en las Artes escénicas, etc. Además España es uno de los
países que más grava la cultura.
El Ministro de Cultura Wert anuncia una revisión del
impuesto tras constatar el desplome de la venta de entradas, el cierre de salas
y la pérdida de empleo.
Excelente...
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